Técnicas de recolección de información
Explorando la investigación colaborativaEn todo proceso de investigación, las técnicas de recolección de información constituyen el vínculo directo entre el planteamiento teórico y la realidad empírica que se desea comprender o explicar. Se trata de procedimientos organizados y planificados que permiten obtener datos confiables, suficientes y pertinentes para dar respuesta a las preguntas formuladas en el estudio. La elección de una técnica depende del tipo de investigación, del enfoque metodológico adoptado y de la naturaleza de las variables o fenómenos que se analizan.
Según Del Cid, Méndez y Sandoval (2007), cada técnica posee un propósito específico y debe seleccionarse con base en los objetivos que guían la indagación. En las investigaciones de corte cuantitativo se privilegian estrategias como la encuesta, el cuestionario estructurado o la observación sistemática, las cuales facilitan la medición y el registro de datos numéricos. En los enfoques cualitativos, por el contrario, cobran relevancia métodos como la entrevista en profundidad, la observación participante o el análisis documental, cuyo propósito es comprender significados, percepciones y experiencias.
Aplicar correctamente estas técnicas implica seguir criterios de validez y confiabilidad; es decir, asegurar que los datos obtenidos reflejen con precisión el fenómeno de estudio y que los resultados puedan reproducirse en condiciones semejantes. Una técnica mal diseñada o aplicada sin rigor puede distorsionar los resultados y comprometer la credibilidad de toda la investigación.
Ejemplo: Si el objetivo de un estudio es conocer los hábitos de lectura entre estudiantes universitarios, el investigador puede elaborar un cuestionario estructurado que contenga preguntas cerradas y escalas de frecuencia. Antes de su aplicación general, este instrumento debe someterse a un piloteo para comprobar que las preguntas sean comprensibles y que las respuestas recojan la información necesaria para el análisis.
